Finnceline Crossover HDA Y HP Cap 7

Capitulo 7: "Conflictos"

Esa misma tarde, Yesyca se dirigió al despacho de Kioyu, estaba segura de poder controlar sus emociones para que nadie volviese a jugar con ella aunque en realidad se sentía lastimada por que su juego se había vuelto en su contra en lugar de seguir el curso natural que la joven tenia planeado. Al cabo de unos segundos estaba frente a la puerta de madera oscura, golpeó levemente esperando a ser invitada al ingresar observó como el profesor seguía hojeando las páginas de un libro enorme, mientras que en el suelo al costado del pequeño escritorio había varios libros mas apilados. El maestro dejó un indicador suavemente en el libro para acto seguido cerrarlo y posar su mirada sobre su invitada, ambos permanecieron en silencio por un periodo de tiempo relativamente corto hasta que finalmente el profesor tomo la iniciativa "-¿A que se debe su visita?" preguntó con su tono habitual de seriedad y aparente disgusto por ser interrumpido en su tiempo libre, la mirada fija intimidó levemente a la estudiante quien tardó unos pocos segundos en responder "-Quiero practicar la Oclumancia, aquí esta la solicitud" recalcó mostrando el pequeño sobre dorado que le había sido entregado para luego dejarlo sobre el escritorio sin desviar sus ojos esmeralda de aquel objeto vigilando cada acción que le ocurría. "-Ya veo" suspiró el profesor aun con el papel en la mano comenzando a caminar hasta quedar frente a la estudiante, dando la espalda a su escritorio el ambiente tenso del lugar molestaba a la joven quien en su interior rogaba que la solicitud fuese suficiente como para comenzar aquel entrenamiento. "-Cavernas Oscuras" pronunció el profesor alzando ambas manos hacia el techo de vidrio que permitía la entrada prolija del sol al lugar, Yesyca no entendió que significaba la frase hasta que sus ojos fueron testigos de como lentamente los vidrios comenzaban a evitar el paso de la luz solar hasta que solo un rayo reposaba sobre el escritorio, la mesa de madera comenzó a retroceder por si misma mostrando en el suelo una pequeña placa de metal con forma de circulo que comenzó a brillar intensamente al ser directamente iluminada. El suelo comenzó a desvanecerse mientras que las lozas formaban una escalera en forma de caracol alrededor de aquella placa que descendía hacia las tinieblas más oscuras. "-Por favor, sígame Bauer" ordenó el profesor descendiendo lentamente, a pesar de su asombro la muchacha no perdió el tiempo adentrándose hacia aquella misteriosa habitación, cuya única entrada se selló a sus espaldas.

Ambas personas descendieron hasta llegar a una habitación subterránea, era muy pequeña y oscura, las lozas y los ladrillos de la sala eran negros pero estaban prolijamente lustrados generando pequeños destellos plateados. La única luz que permitía la visibilidad era artificial colocada arriba de una silla de madera marrón, la sala no permitía decoración, de hecho la silla era el único mueble del lugar. "-Tome asiento" indicó el profesor mientras que la estudiante miraba confundida a su alrededor, varias dudas atravesaban su cabeza pero no era el momento de hacer preguntas para ella era el momento de escuchar y aprender. "-Muy bien, la regla de esta táctica es vaciar su mente, debe ser fuerte y no permitir que yo acceda a sus pensamientos" explicó delicadamente Kioyu llevando su mano derecha a la manga de su traje extrayendo de esta su varita, era una varita de madera negra prolijamente tallada la cual media exactamente quince centímetros "-Sepa entender que solo ocultara sus emociones, no dejaran de existir solo que no tendrán importancia para usted" declaró sin desviar su mirada de los ojos esmeralda que parecían brillar debido a la oscuridad que rodeaba a la joven, Yesyca solo asintió preparándose para comenzar su entrenamiento "-Legeremens" conjuró el profesor al instante lanzando un cegador destello hacia la estudiante quien a pesar de intentarlo no pudo resistir el hechizo. Yesyca abrió los ojos sintiéndose como una niña de ocho años, al mirar a su alrededor pudo reconocer la vieja casa en la que vivía en su infancia, lentamente se acercó hacia la primer puerta que vió pensando encontrar algo allí, asomando su cabeza por el espacio abierto de la puerta contempló para su horror como su madre torturaba a su padre con el uso ilegal de su varita. El hombre se retorcía de dolor en el suelo mientras que su madre solo reía por el placer que aquella venganza provocaba en su interior, la muchacha corrió desesperada a impedir aquella escena llorando por la tristeza que despertaba en su interior "-¡No sigas!" gritó la muchacha volviendo a la realidad, observando a su maestro quien seriamente divisaba su rostro aun portando la varita en su mano derecha. Yesyca llevó su mano hasta su rostro, estaba llorando y además sudaba por el temor que aquella visión le había provocado, su mente comenzó a llenarse de preguntas mientras que su profesor solo volvió a articular el conjuro transportándola nuevamente a otro lugar de su mente. La estudiante reconoció fácilmente su nueva locacion, era su primer día en el colegio esta vez podía verse a si misma caminando despreocupada por los jardines de la escuela, "-Es cierto este día fue cuando conocí a Falconer" suspiró aliviada creyendo que nada malo pasaría flotando sobre una versión mas joven de ella misma, pero en el momento en el que estaba por conocer a Falconer un cegador destello verde atravesó el jardín golpeando al muchacho que hasta aquel día había sido su mejor amigo. La desesperación invadió a la muchacha, su mejor amigo estaba muerto ante sus propios ojos, sin dudarlo intentó localizar al asesino observando para su horror que se trataba de Marshall. Nuevamente volvió a la realidad esta vez agotada,  cada parte de su cuerpo parecia no responderle, temblaba y tenia frío; sin comprender que había sido aquel recuerdo que a pesar de ser falso se sentía tan real. Kioyu solo observaba como la muchacha secaba con gran dificultad sus lagrimas y ocultaba su evidente cansancio detrás de un frágil orgullo que aquel día parecía haberse hecho añicos, "-Descanse Bauer, debe vaciar su mente si sigue así cualquiera podría hacerle creer una locura como la que yo le mostré" exclamó el profesor guardando su varita para comenzar a subir las escaleras "-Por cierto, si en diez minutos no se fue de mi despacho le contare todo a Marshall" murmuró el maestro mostrando una sonrisa en su rostro mientras subía la escalera, Yesyca abandonó apenas pudo recuperar el control de sus músculos aquel lugar ignorando su condición desastrosa no quería perder a otro ser querido en un mismo día.

Marceline y Finn caminaban por los jardines del castillo, disfrutando la belleza de aquellos árboles los cuales imitaban el movimiento de una persona humana, los dos enamorados se sentaron a los pies de la estatua que adornaba aquel lugar colocada justo en el centro, era un homenaje en plata hacia Salazar Slytherin uno de los padres fundadores de aquel colegio la cual relucía por los rayos solares que lograban llegar hasta ella "-Dime Finn ¿Que haremos esta noche? Hemos estado haciendo siempre lo que yo deseaba" confesó la muchacha sin desviar sus ojos del rostro del rubio quien dejaba notar un leve rubor por aquella mirada dulce y penetrante "-Una aventura seria genial, pero no conozco un lugar" respondió el joven avergonzado por apenas conocer los alrededores de tan inmensa escuela, sin embargo su novia solamente sonrió aceptando aquella propuesta "-Déjame los lugares a mi, nos encontramos aquí a las nueve, no llegues tarde" ordenó la bella estudiante para luego besar suavemente los labios del rubio dejándolo en un estado de transe instantáneo antes de abandonar aquel hermoso jardín. Al poco tiempo comenzó a oscurecer debido a la ausencia del sol que ya se habia escabullido detras de las montañas, para evitar problemas con los profesores el muchacho decidió visitar el Gran Comedor donde se celebraba la cena que aquel día se había adelantado para sorpresa de muchos estudiantes, todos murmuraban que algo importante se avecinaba pero ni siquiera los mas chismosos sabían con exactitud que les esperaba al cruzar aquella puerta. Finn llegó antes de que todos sus amigos lo hicieran, observó aquel lugar desolado, solo estaban las mesas y los únicos lugares ocupados eran los pertenecientes a Slytherin debido a la estricta disciplina impuesta por Kioyu. En la mesa principal Simon parecía discutir con Kioyu quien dejaba notar en su rostro un notable desagrado con respecto al tema, sin embargo, el anciano trataba de hacer entrar en razón al rígido profesor mediante su tranquilidad inquebrantable. A los pocos segundos comenzaron a ingresar las demás casas, los primeros Griffyndors en sentarse frente a Finn fueron Falconer y Bonnibell, quienes no se despegaban ni por un segundo; a pesar de que el rubio comprendía aquellos sentimientos le aterraba que Marceline se volviese tan posesiva "-Vamos Finn, Marcy seria incapaz de tenerme como un esclavo" se repetía mentalmente alejando aquellos temores de su cabeza. Yesyca ingresó a la sala, su cabello brillante indicaba que había tomado un baño con anterioridad, llevaba su pelo atado con una coleta pero aun así resaltaba su rostro gracias a su flequillo finamente peinado hacia los lados. La muchacha decidió sentarse junto a Finn en lugar de tener que estar tan cerca de aquella pareja mirando a ambos con desprecio quienes la ignoraban por completo, "-Supongo que Abadeer no se pondrá celosa" comentó en forma sarcástica Yesyca causando una leve risa por parte del rubio "-Descuida, tenemos una cita esta noche además no te ha mencionado para nada" declaró el muchacho tratando de contener su risa, al instante el comedor estaba repleto.

Las velas que alumbraban el lugar comenzaron a bajar su intensidad, una fuerte ráfaga de nieve abrió de par en par las puertas mientras que la gélida brisa recorría cada rincón del enorme lugar, Kioyu miró disgustado por aquel cambio brusco de temperatura "-No debiste enseñarle ese truco" comentó notablemente disgustado en una voz que solo Simon pudo escuchar. Una mujer de no más de veintiséis años ingresó al salón, tenia el cabello corto de un color rojizo intenso y con varios bucles, su piel era pálida y sus ojos eran de un inusual azul grisáceo. Vestía un elegante vestido de un color blanco un poco mas claro que su descolorida piel, la mujer observaba atentamente a los presentes colocándose frente a la mesa principal captando la atención del público. Muchos la reconocieron de inmediato, se trataba de Michelle Leblanc la profesora de pociones de la institución. Lentamente la profesora apuntó su varita de madera blanca hacia su garganta para comenzar a hablar, su voz retumbó en todo el lugar como si saliera de varios parlantes "-Alumnos, los he reunido aquí para hacerles una invitación" la frase despertó un gran murmullo que fue acallado por la profesora "-Como saben, las relaciones entre estudiantes de distintas casas esta mal vista e incluso algunos la ven como un tabú" comentó haciendo que Finn comenzara a intimidarse pero de repente una voz sonó dentro de su cabeza "-No le hagas caso a esa anticuada, yo te amo" indudablemente era Marceline ¿Pero como? estaba a metros de distancia y aun así podía escucharla, el rubio solo supuso que era una especie de conjuro avanzado que la muchacha estaba utilizando. "-Pienso romper por una noche aquellos tabúes, habrá una fiesta de mascaras, podrán llevar una pareja pero es preferible ir solos y sumarse al juego quizás encuentren al amor o quizás su corazón se rompa pero estoy consiente de que muchos intentaran romper con aquel tabú, eso es lo divertido de mi propuesta" culminó la profesora acercándose hacia Kioyu quien pareció ignorar aquel despliegue absurdo "-Sepa que también esta invitado" susurró Michelle mirando fijamente el rostro del estricto profesor quien no reaccionó al respecto retirándose del lugar al observar que el anuncio había terminado, era obvio que el maestro sentía que su tiempo habia sido desperdiciado por completo al igual que el de sus estudiantes quienes imitaron a su profesor siendo los primeros en abandonar el Gran Comedor.

"-Otra mascarada, perfecto" exclamó Finn mientras observaba como toda la muchedumbre comenzaba a retirarse, algunos festejando, otros mas serios sintiendo la invitación como un insulto mientras que una gran parte de estudiantes estaban ansiosos por la fiesta pero no lo expresaban en sus acciones. "-¿Estas celosa?" insinuó el rubio mirando fijamente a Yesyca quien se había dedicado a observar fijamente a Bonnibell quien parecía disfrutar cada segundo junto a Falconer. "-Celosa, no bromees" respondió la muchacha observando como Falconer le entregaba un ramo de rosas a su novia, Yesyca abrió su mano materializando una esfera de fuego sorprendiendo al rubio quien miraba maravillado aquel resplandor. "-Mi madre me enseñó desde pequeña a realizar magia sin necesidad de una varita" argumentó Yesyca antes de quemar aquel ramo de rosas en manos de la pelirosa, evitando con gran presición un beso en su presencia, Bonnibell soltó de inmediato el ramo que rodó hasta quedar a los pies de Yesyca. "-El amor es peligroso, muy peligroso" fulminó la estudiante llevándose el ramo mientras que la pareja la miraba con gran desprecio "-Esa fue la escena de celos mas cool que he visto por estos lugares" bromeó Finn comenzando a reír mientras que la joven tiraba el ramo a la basura "-No fueron celos, fue una advertencia" recalcó antes de finalmente retirarse clavando sus orbes esmeralda en el rostro de Bonnibell."-Espérame aquí amor, ya regreso" declaró la pelirosa besando tiernamente los labios de Falconer, quien pudo sentir el dulce sabor que aquellos labios poseían, antes de retirarse del lugar sintiendo aquello como un desafío; Finn simplemente observaba aun esperando la comida ya que para eso había llegado con anticipación al comedor pero al parecer otra vez no tendría tiempo de cenar antes de su cita.

Yesyca se encontraba en el baño de mujeres, un lugar espacioso con enormes espejos como paredes y un suelo de ladrillos azules que resaltaban la belleza de aquel lugar. Los retretes estaban colocados en el centro colocados en bellas cabinas de madera verde, siendo dos hileras de diez retretes cada una a esa hora de la noche el baño siempre estaba desierto. La muchacha lloraba mientras lavaba su cara con el agua de las canillas, esculpidas prolijamente en frente de cada espejo de la habitación. Sentía un gran dolor, no solo sus celos se estaban incrementando si no que aquella experiencia de la Oclumancia había sido más de lo que imaginaba, ahora alguien conocía todos sus secretos y debilidades. "-Que tierna, llorando después de arruinar el regalo de mi novio" expresó una voz que aunque transmitía dulzura dejaba al descubierto un gran enfado, al escuchar aquella voz Yesyca decidió mirar el reflejo solo al levantar su mirada pudo reconocer aquel cabello rosa y aquella silueta tan familiar que estaba justo detrás de ella. "-Bonnibell, la verdad esto me viene como anillo al dedo" declaró Yesyca tomando su varita con su mano derecha al ver que su oponente ya portaba la suya. Por un momento permanecieron calladas, ambas mirándose a los ojos ayudadas por los espejos del lugar, Yesyca volteó lanzando a través de su varita una gran esfera de luz la cual fue esquivada por Bonnibell quien respondió de igual forma. Los hechizos impactaban bruscamente en la decoración del lugar, haciendo que en pocos segundos varios escombros salieran disparados mientras que el agua comenzaba a inundar el suelo. "-Tu nunca lo quisiste, maldita traidora" gritaba Bonnibell lanzando varios destellos esta vez con gran velocidad los cuales eran esquivados a duras penas por su rival quien se refugiaba usando las puertas de madera como escudo las cuales no servían de mucho ante la furia de la pelirosa. "-Mentirosa le lavaste el cerebro" fulminó Yesyca usando los vidrios del lugar como arma haciéndolos levitar a su alrededor en una sincronizada danza antes de lanzar los filosos proyectiles hacia su rival quien rápidamente utilizó un hechizo para volverlos arena desviando aquel peligro. "-Aqua Vortex" conjuró Bonnibell encerrando a Yesyca en una gran esfera de agua para luego hacerla caer bruscamente en el suelo. El impacto causó estragos en Yesyca quien comenzo a toser por la falta de oxígeno que había sufrido, la coleta que mantenía atado el cabello oscuro de la muchacha se rompió dejando caer su lacio cabello sobre su rostro, sus ojos esmeralda ahora parecían haberse oscurecido mientras que en cada respiro Yesyca se alejaba cada vez mas de la razón. "-Sectumsempra" hechizó en un arranque de ira la estudiante hiriendo con varios cortes el cuerpo de su rival, a pesar del pequeño corte en la mejilla de Yesyca su condición actual era mejor a la de Bonnibell quien se encontraba luchando por respirar arrodillada a pocos centímetros de ella, al poco tiempo comenzó a escupir sangre pero no estaba dispuesta a ceder apuntando nuevamente su varita hacia Yesyca "-Maldita, ahora sufrirás Cru..." dos destellos amarillos impactaron en las varitas de ambas muchachas, culminando el encuentro al hacerlas voltear hacia la puerta, en donde visualizaron a Michelle y Kioyu quienes sintiendo el escándalo no dudaron en acudir a examinar por un posible peligro. "-Profesor, se que es el baño de mujeres pero usted conoce mejor que yo como curar ese maleficio" declaró Michelle mientras que el profesor colocó a Bonnibell lejos del alcance de Yesyca comenzando a curarla en el lugar "-Vulnera Sanentum" la voz de Kioyu parecía un coro celestial mientras que su varita se encargaba de cerrar las heridas del cuerpo de Bonnibell. "-Ustedes dos deberían estar avergonzadas de esta conducta, usar maleficios de tal nivel para matarse ¡Eso no es lo que enseñamos aquí! quedan castigadas y nada de rondar por su cuenta, tendremos a un prefecto vigilándolas" exclamó furiosa Michelle mientras se llevaba a Yesyca del lugar dejando a Bonnibell al cuidado de Kioyu.