Finnceline Crossover HDA Y HP Cap 8

Capitulo 8: "Cambios"

Ambas estudiantes fueron llevadas al despacho de Kioyu el cual quedaba mas cerca del lugar de los hechos, al ingresar el despacho estaba oscuro solo alumbrado por la luz de la luna llena la cual en ese instante estaba sobre la habitación brindando aquel brillo blanco en el piso prolijamente lustrado del lugar. Kioyu chasqueó levemente los dedos encendiendo una luz artificial que tiñó los pisos de un color dorado, Michelle se recostó sobre una de las estanterías sin despegar su mirada de las dos jóvenes, a pesar de que al profesor le molestó aquella actitud rebelde de su compañera por no respetar los libros que tanto trabajo le había costado reunir decidió atender con anterioridad el asunto que les convocaba a aquella reunión. Tanto Yesyca como Bonnibell tomaron asiento frente al escritorio del profesor ambas separadas por una distancia de apenas unos centímetros, sus miradas chocaban aun en combate por lo ocurrido, mientras tanto Kioyu comenzó a caminar en círculos a su alrededor sin dejar de vigilarlas con aquellos ojos color miel que parecían estar viendo directo al alma de ambas estudiantes. "-Lo que hicieron es inaceptable" comenzó el profesor mientras Michelle simplemente se cruzó de brazos aceptando lo que su compañero relataba "-No me imagino en todos mis años como profesor un suceso similar entre estudiantes de una misma casa, todos debemos ser una familia. En Slytherin procuramos protegernos con nuestras vidas, en cambio ustedes son una deshonra para la institución típico de Gryffindor" fulminó el profesor haciendo que ambas estudiantes agacharan su cabeza temiendo dar la cara frente a los profesores quienes realmente mostraban una gran indignación en sus rostros. "-He decidido algo, ¡Bauer queda expulsada..." las palabras rodearon la mente de Yesyca quien interrumpió al profesor mientras que Bonnibell simplemente sonreía por haber logrado sacarse de encima a aquella joven quien solo le había complicado las cosas. "-Profesor no puede expulsarme, yo..." las palabras de Yesyca se cortaron cuando una gran angustia comenzó a consumirla por dentro, ella solo actuaba por instinto arrodillándose ante Kioyu pidiendo piedad ante el castigo."-No me dejo terminar, queda expulsada de Gryffindor, desde ahora cursara en Slytherin donde no tendrá interacción con su compañera" explicó el profesor apagando la sonrisa de la pelirosa quien simplemente desvió su mirada hacia el techo decepcionada de aquella decisión, Yesyca se reincorporó secando sus lagrimas, agradeciendo por su segunda oportunidad "-Pero quedan advertidas, un conflicto mas de cualquiera de ustedes y realmente tendré que expulsarlas, ahora Bauer sígame señorita Leblanc escolte a la estudiante a la sala común de Gryffindor" ordenó el profesor con su habitual seriedad llevando del brazo a Yesyca sin lastimarla pero con gran velocidad acción que fue imitada por Michelle para escoltar a Bonnibell.

En el transcurso del viaje a las mazmorras Yesyca se soltó bruscamente molesta por aquella situación hecho que desató un leve enfado por parte de Kioyu quien acorraló a la muchacha contra las frías paredes del lugar "-Escúchame y hazlo bien, puedes considerar que te salvé el cuello; si ella utilizaba esa maldición imperdonable tu en estos momentos estarías rumbo al manicomio y procura no usar ese maleficio de nuevo si no quieres acabar en Azkaban por homicidio" murmuró con gran seriedad mirando fijamente el rostro de la muchacha quien disimulaba bastante bien el miedo que su maestro le provocaba "-Y otra cosa, no me interesan tus emociones pero si llegas a jugar con Marshall o incluso buscas problemas con ese Gryffindor te juro que el próximo mago al que enfrentes seré yo" culminó soltando a la joven siguiendo su camino para abrir la Sala común de Slytherin, la joven estaba aun temblando por aquellas amenazas pero de igual forma ingresó siguiendo varios pasadizos secretos memorizando bien las contraseñas de cada uno hasta finalmente ingresar a su nueva residencia. Era un lugar muy espacioso incluso mas que la Sala común de Gryffindor, era una recamara hecha de ladrillos negros un poco desgastados por su antigüedad pero muy resistentes, apenas al entrar se encontraba una sala adornada con tres amplios sillones negros y delante varias mesas de madera adornadas con elaborados manteles. El techo era alumbrado por lámparas de plata relucientes, en cuanto a los ventanales verdes esparcidos por toda la recamara dejaban ver un paisaje subacuatico debido a que el lugar se encontraba debajo del lago de la escuela. El sonido del agua era muy relajante y varias criaturas marinas merodeaban el lago, la tonalidad del agua reflejaba un color verdoso en toda la recamara dando un ambiente digno de Slytherin. Yesyca quedó impresionada al ver como varios Slytherin entre ellos el mismo Kioyu estaban representados en grandes tapices medievales verdes que rodeaban la recamara a modo de tributo, todos los miembros de la casa se sorprendieron al ver ingresar a alguien con el uniforme de la casa rival al lugar pero se calmaron al ver que estaba en compañía de Kioyu. "-Atención alumnos, desde hoy Bauer es un miembro de esta casa sepan darle una bienvenida adecuada" al finalizar esta frase los miembros comenzaron a aplaudir haciendo sentir a Yesyca finalmente en casa, en un lugar donde todos se respetaban mutuamente, aunque con un aire de arrogancia en sus palabras. La muchacha se cambió su uniforme guardando prolijamente el anterior en una de sus maletas, acto seguido se dirigió a la sala esperando encontrarse con Marshall a quien divisó enseguida.

El muchacho estaba recostado sobre uno de los numerosos sillones negros de la sala, profundamente dormido con un libro en su rostro el cual se titulaba "Lecciones Avanzadas" al parecer había estado estudiando para un examen de Encantamientos ya que el libro trataba de esa clase de conjuros. Yesyca decidió jugarle una broma, recostándose sobre el para despertarlo con un suave beso en los labios, Marshall en un instinto retrocedió saltando del sillón pero luego quedo realmente en shock al ver a su novia con el uniforme de Slytherin "-¿Yesy? ¿Qu-Que demonios significa esto?" preguntó sin poder salir de su asombro mientras frotaba sus ojos para comprobar que lo que estaba frente a sus ojos no era alguna clase de espejismo. "-Soy yo Marsh, ¿Que no te alegras de verme?" preguntó divertida mientras se recostaba sobre el sillón gozando de aquella suavidad reconfortante "-¿En que lío te metiste esta vez?" preguntó el muchacho cruzando sus brazos dispuesto a obtener una respuesta consistente, a pesar de que Yesyca no quería hablar del tema se sentó normalmente para luego invitar al joven a su lado, cuando ambos estaban sentados comenzó a contar su historia. Marshall no podía creer aquella escena, aunque le molestaba que Kioyu la castigase tan severamente en su interior estaba feliz de poder pasar mucho mas tiempo en publico con Yesyca. "-Descuida, nadie te volverá a dañar tienes mi palabra" suspiró el muchacho acercando su rostro al de la muchacha, notando como sus ojos esmeralda recobraban su brillo habitual sus miradas se juntaron tranquilizándose mutuamente antes de que finalmente sus labios se unieran en un largo beso que le brindo a la muchacha aquella paz interior que tanto deseaba pero aun debía hacer algo, perfeccionar la Oclumancia antes de que al fin pudiera seguir con su vida con normalidad.

En las afueras del castillo Finn y Marceline disfrutaban el aire libre, en la noche varias criaturas mágicas salían a rondar por el lugar los enamorados se divertían gozando de la naturaleza que les rodeaba hasta que ambos llegaron al Lago Negro. El lago se extendía por gran parte de la isla y se rumoreaba que era el hogar de varias criaturas mágicas algunas particularmente agresivas, Marceline se quitó su uniforme exhibiendo su bella figura cubierta por un elegante bikini negro, aquella visión dejó embobado a Finn quien no podía articular palabras, la luz de la luna tocaba delicadamente la piel de la muchacha haciendo que esta pareciera brillar con gran intensidad mientras que el largo cabello de la joven parecía estar adornado por pequeñas estrellas blancas una escena celestial delante del rubio quien aun no creía que aquella belleza existiera "-Vamos a nadar, héroe ¿O te asustan las profundidades?" preguntó sabiendo que su belleza lograba domar al fiero aventurero que vivía en el interior de Finn "-Nada de eso" respondió Finn quitándose su uniforme para quedar solo con una malla azul, mostrando una figura bastante tonificada para su edad la cual sorprendió de buena forma a su novia "-No tienes nada que envidiarme" comentó riendo para luego sumergirse en el lago siendo seguida por Finn ambos magos portaban sus varitas en caso de encuentros con criaturas a la vez que rodeaban sus cabezas con una burbuja de aire que les permitía respirar con normalidad en las profundidades. A pesar de la oscuridad superficial del lago, las profundidades tenían un color verdoso claro que permitía un rango de visión limitado pero no tan tenue como se podía imaginar, ambos magos estaban tomados de la mano por si algún peligro se presentaba. Parecían danzar en las profundidades hasta que un grupo de sirenas los rodeó, no eran para nada similares a las descriptas en los libros tenían un aspecto horrendo con una piel callosa de color verde y grandes colmillos, sus cabellos parecían corales gruesos y el grupo estaba armado con tridentes. "-¡Fuera de Aquí!" rugió una de las sirenas apuntando su tridente al cuello del rubio quien no retrocedió ante la amenaza, Marceline tampoco se mostraba intimidada pero no debían molestar a las criaturas del lago por lo cual abrazó a Finn tranquilizándolo para luego apuntar su varita hacia la superficie "-¡Ascendio!" conjuró la audaz hechicera generando un gran impulso que logró llevar a ambos magos hasta la superficie, cayendo en el pasto la joven estaba sobre Finn pero no mostraba signos de querer moverse recostándose sobre el pecho del muchacho "-¿Fue suficiente esa aventura?" preguntó con aquella voz celestial que tanto le agradaba al joven "-Fue intensa, pero sobrevivimos" comentó riendo Finn para luego abrazar a su novia, aquella piel tan suave le hacia sentir que estaba abrazando a un colchón de nubes, la luna iluminaba aquella escena para ambos había sido otra noche perfecta.

Luego de la cita Marceline regresó a la sala común que ya estaba sumida en la habitual oscuridad, la muchacha aun secaba su cabello con las manos cuando observó algo inusual en el sillón negro de la sala. Sus ojos cobraron un gran sentimiento de furia al notar a la nueva del lugar la muchacha se acercó dispuesta a expulsarla cuando sintió que alguien mas estaba en aquel lugar. "-Vuelves tarde Marcy, ¿Cuando aprenderán a respetar mis enseñanzas?" declarv una voz a espaldas de la joven quien volteó despreocupada al reconocer de quien se trataba, la silueta abandonó las sombras posándose sobre los pisos que reflejaban el tranquilo movimiento del agua sobre sus cabezas se trataba de Kioyu quien había estado aguardando su llegada para evitar algún conflicto "-Ya te dije que no me des estas sorpresas, papá" las palabras parecieron despertar una leve sonrisa en el profesor quien simplemente se retiró del lugar, no debía explicar nada la simple mirada entre ambos resumían todos los sucesos que habían ocurrido "-Aunque me gusta que me des ese honorífico, nunca podré igualar al verdadero" confesó Kioyu en una tenue voz que solo Marceline pudo escuchar, la frase despertó por primera vez un leve llanto en la estudiante "-No digas eso, para mi eres mi verdadero padre" replicó antes de volver a su habitación la hechicera, quien no deseaba recordar a sus verdaderos padres que habían muerto cuando apenas tenia un año, en aquel terrible ataque por parte de magos oscuros. Aquella escena recorrió la mente de Kioyu por algunos momentos antes de finalmente abandonar la Sala común, a fin de cuentas ambos hermanos eran como hijos para él quien daría su vida para protegerlos sin importar que consecuencias recayeran sobre este, ya que siempre había vivido en una vida de errores y aquellos niños pequeños como aun los veía fueron la causa del cambio mas grande dentro de su vida.

Marceline regresó tiempo después a la sala solo para despertar a Yesyca quien se enfadó al percatarse de su presencia, ambas tenían aquella rivalidad que los adolescentes no podían explicar, ahora deberían convivir en el mismo lugar pero ninguna estaba dispuesta a mostrarse sumisa frente a la otra."-Mira Yesyca no podes dormir acá, anda a las habitaciones o tendré que llamar a Kioyu para que lo haga es una regla de la casa" expusó Marceline con firmeza convenciendo a la muchacha de abandonar la sala siendo acompañada hasta su habitación "-Quiero que sepas que solo hago esto porque si Kioyu te trajo vió algo de grandeza en tu interior, aunque no me imagino que diablos fue" fulminó casi sin mirar a su rival la llamada Reina de Slytherin antes de marcharse sin saludar a la nueva compañera. Yesyca cerró la puerta de su habitación de un portazo fuerte que retumbó en el lugar, sin responder a aquellas provocaciones, no quería tener que escuchar otro sermón de Kioyu o incluso de Marshall quien protegía a su hermana como un tesoro. La habitación de Yesyca estaba decorada con ladrillos negros un solo ventanal dejaba entrar la tenue luz verdosa a su habitación, su nueva cama era antigua adornada con dosel y cortinas de seda verde cuyas colchas estaban bordadas con hilos de plata, era todo un lujo. La muchacha se recostó en su nueva habitación, observando por unos minutos la ventana, el sonido del agua era realmente relajante, algunos peces nadaban en el exterior la temperatura era fría pero las sabanas verdes eran calidas y suaves. Poco a poco se durmió escuchando el tranquilo sonido del agua golpeando levemente el vidrio de la ventana.

Marshall quien había abandonado la Sala Común luego de que Yesyca se durmiese en el sofá estaba en busca de Falconer, su odio se concentraba en aquel Gryffindor quien no sabía controlar a su novia. Buscando por los pasillos notó una leve figura que se escabullía en dirección a la Sala Común de Gryffindor, pensando haber encontrado a su presa lo siguió hasta acorralarlo al bloquear la entrada a la escalera caracol, sin embargo su rostro mostró una gran decepción al ver que se trataba de Finn "-Oh, otra rata que no soporto" comentó desafiante Marshall dispuesto a tener un duelo contra el rubio quien al notar su presencia se pusó a la defensiva tomando su varita del bolsillo "-¿Que demonios haces tu por aquí?" preguntó el joven sorprendido de ver a un Slytherin tan cerca de sus rivales "-Eso no te incumbe" respondió el morocho mostrando su aparente superioridad ante el rubio quien lejos de intimidarse estaba listo para demostrar de una vez que no era alguien débil. "-¡Alto ustedes dos!" exclamó una voz a espaldas de Finn quien volteó de inmediato encontrándose frente a Kioyu quien al parecer no estaba de humor para mas conflictos estudiantiles."-Vamos entra ya a esa sala antes de que deba penalizarlos a ambos" ordenó el profesor empujando levemente a Finn quien prosiguió su camino sin desviar sus ojos azules del rostro de su Némesis quien bajó su varita dejando el camino liberado. Marshall fue escoltado por Kioyu hasta las mazmorras, en donde comenzaron a discutir sobre lo que estaba sucediendo en el comportamiento del muchacho. "-¿Quieres que me maten? Primero tu novia y ahora andas rondando por la escuela a estas horas de la noche, siempre creí que al menos eras mas prudente que tu hermana" confesó Kioyu notablemente decepcionado de aquella conducta "-Lo siento padre, no debí haberme dejado llevar, mis emociones logran controlarme" exclamó el mago agachando su cabeza notablemente arrepentido de lo que había hecho "-Ten cuidado con Bauer, esa chica siempre anda en líos" advirtió el profesor comenzando a retirarse del lugar, Marshall no hizo comentarios aunque tomó en cuenta aquel consejo, a fin de cuentas Kioyu nunca les había mentido y siempre les dió lo mejor para ellos las dudas no estaban a discusión.

Michelle quien había abandonado recientemente la Sala Común de Gryffindor se cruzó en el vestíbulo con Kioyu quien se dirigía a su despacho nuevamente, "-Esos chicos, de verdad quieren seguir tus pasos" comentó a forma de halago la mujer quien se limitaba a seguir con su mirada al profesor "-Quisiera que no fuese así, nadie merece seguir mi camino señorita Leblanc, ahora si me permite tengo asuntos que resolver" respondió con su habitual seriedad el profesor con una voz cortante tratando de evitar abordar el tema. "-¿Hasta cuando seguirás cargando con tu pasado?" preguntó enfadada Michelle quien no soportaba ver como alguien se negaba a disfrutar su vida luego de superar tantos problemas "-No debería involucrarse en mis asuntos" expresó mirando fijamente a quien había sido una de sus mas cercanas amigas, ella solamente lo dejo marchar aquella noche habían sucedido demasiadas cosas como para recordar viejos errores del pasado sin lugar a dudas esa escena no mostraba signo alguno de amistad mas que una simple relación de trabajo que incluso parecía tensa y desagradable para ambos.