Steven Universe StevenxPerla Cap 1

Capitulo 1: "Desilusión"

El día había comenzado como de costumbre en Ciudad Playa, el clima veraniego hacia que incluso la brisa fuera molesta. Aquel día Steven no estaba con su habitual buen humor, se encontraba recostado en su cama sin querer salir de aventuras, su personalidad se había deshecho. Amatista había tratado de animarlo pero ninguna de sus bromas parecía surtir efecto, el joven apenas salía para comer y a decir verdad solo tomaba una o dos galletas antes de encerrarse nuevamente en su habitación donde se pasaba la mayoría del tiempo. "-Ya van tres días..." bufó la muchacha de piel violeta soplando levemente su flequillo mientras se cruzaba de brazos sin encontrar una solución aparente al problema. Entre las gemas Perla era la que mas se preocupaba por el estado actual de Steven, pero no quería invadirlo con preguntas o parecer molesta "-Ve a hablarle" dijo en una orden Garnet mientras lustraba sus guantes de batalla, Perla miró extrañada a su compañera dudando si obedecer su orden, la mujer de piel bordo solo hizo un gesto incitando a que su compañera hiciera lo que había ordenado. Perla tomó valor e ingresó a la habitación de Steven donde lo encontró recostado boca abajo, llorando contra la almohada. Sintió compasión acariciando el cabello rizado del muchacho antes de presentarse, el gesto pareció tranquilizar a Steven quien volteó secándose algunas lagrimas. "-Nunca creí verte así Steven" suspiró la gema ayudando a su amigo a secar sus lagrimas, ella recordaba la personalidad del muchacho a la perfección pero el cambio tan brusco daba a entender que algo verdaderamente malo había ocurrido. "-Perla ¿Puedes guardar un secreto?" preguntó el muchacho mientras observaba como su amiga tomaba asiento en su cama junto a él mirándolo con sus radiantes ojos celestes pero con un rostro completamente preocupado "-Si, por supuesto" respondió con una sonrisa sincera que esperaba aliviar la tristeza que soportaba su amigo. "-Veras Connie me dijo" comenzó el muchacho con mucha tristeza, las palabras morían en su garganta antes de finalmente salir cada vez tomaba mas tiempo formular una frase sin poder evitar que las lagrimas recorrieran su rostro. Perla pudo percatarse de lo que el muchacho trataba de decirle pero no interrumpió, deseaba que él mismo tomara las fuerzas necesarias para hacerlo. "-¡CONNIE ME DIJO QUE YA NO QUIERE ESTAR CONMIGO!" gritó en un desahogo el muchacho dejando helada a su amiga, la piel de la muchacha que ya era pálida pareció volverse mas blanca que la nieve resaltando el color de sus ojos celestes que no se apartaban de los de Steven que brillaban debido a las lagrimas.

Perla tardó en responder tratando de evitar ponerse nerviosa frotando su cabello anaranjado para luego tomar aire "-Escucha Steven ¿Que sucedió realmente?" preguntó ella acercándose al muchacho para que este no sintiera la necesidad de gritar mientras que el bajó su mirada a las frazadas blancas de su cama. "-Fue hace tres días" declaró el muchacho para luego comenzar a contar su historia. Había invitado a Connie a salir pero las cosas no habían salido como lo planeado, el incidente que causó esa reacción por parte de la morena fue un accidente. Mientras caminaban por la playa luego de una tarde estupenda el León apareció para jugar, sin embargo en un determinado momento mordió a la chica inconscientemente. Los padres de Connie al enterarse castigaron severamente a Steven pero ella también perdió su confianza en el muchacho, diciendo la frase que el joven tanto recordaba "-Ya no quiero verte nunca mas". La gema escuchó todo el relato sin interrumpir hasta que finalmente Steven volvió a dirigirle la palabra "-¿Que debería hacer?" la pregunta recorrió la mente de Perla quien no dudó en abrazar al muchacho. Steven sintió aquellos brazos calidos que lo contenían y la suavidad del rostro de Perla que rozaba su mejilla. "-Si quieres llorar puedes hacerlo en mi hombro, yo siempre estaré para ti Steven" confesó la muchacha mientras que su amigo no pudo aguantar por mas tiempo volviendo a llorar esta vez sobre el hombro de su amiga, hasta que luego de unos segundos el silencio volvió a invadir la habitación. "-Sabes la primer relación no siempre es la ideal" comentó la joven luego de separarse de Steven quien la miró extrañado, el sol del atardecer descendia sobre el cuerpo de la muchacha dandóle un toque celestial a su piel. "-¿De enserio?" preguntó intrigado el muchacho sin comprender a que se refería exactamente la gema. "-Yo tuve un novio se llamaba Rubí" contó con gran nostalgia la muchacha bajando su mirada "-Ese tipo debió haber sido genial para salir contigo" comentó Steven sorprendido, el joven veia a Perla como alguien asombroso, no solo por sus habilidades si no tambien por su gran personalidad. "-Si eso parecía, pero termino dejándome al enterarse de mis poderes" declaró apenada la joven volviendo su mirada a Steven "-No tienes que rendirte seguro hay alguien especial para ti" sonrió Perla recibiendo un repentino abrazo por parte de Steven el cual aceptó complacida de haber podido ayudar "-Gracias Perla, no se que haría sin ti" confesó el muchacho quien pareció recobrar su animo habitual dejando la habitación para ir a desayunar ya que el hambre lo había vuelto a afectar.

La gema tardo en salir de la habitación de Steven, se preguntaba porque había mencionado a su pasada relación; no tenia sentido podría haberlo dicho de otra forma para consolarlo. La muchacha se levantó lentamente caminando hasta la entrada, su mente era invadida por el rostro de Steven llorando que le destrozaba el corazón, "-Parece que algo le preocupa a la señorita perfecta" bromeó Amatista sacando de sus pensamientos a Perla quien de repente se puso a la defensiva "-¡Esto no te incumbe!" gritó la muchacha mientras que su amiga solo reía divirtiéndose de lo fácil que había hecho enojar a alguien que se jactaba de buscar la paz en la meditación. "-Oye ¿Te gusta Steven?" preguntó golpeando suavemente el estomago de Perla con su codo, a pesar de ser una broma afectó realmente a la gema quien respondió con un leve sonrojo en sus mejillas "-¡¿Que? ¿Gustarme?! Bueno yo... ¡No te metas!" gritó nuevamente la joven saliendo del templo mientras que Steven solo la vió pasar mientras comía unos panqueques recién horneados. El muchacho saboreaba su comida pero su mente era invadida por las palabras que Perla le había dedicado "-La indicada... siempre estará conmigo..." murmuraba frotando su frente tratando de alejar aquellos pensamientos, era agradable pensar en ella pero nunca se había perdido en su mirada en aquellos hermosos ojos celestes y en aquel abrazo que lo había tranquilizado. Incluso pensaba en su vestido celeste, en la perla que estaba en su cabeza pero que para Steven resaltaba mucho más la belleza natural de su amiga. "-¿Que ocurre Steven? ¿Acaso Perla te hechizó para que comieras?" bromeó Amatista cambiando su forma a la de un gato mientras se paseaba alrededor del muchacho "-No como crees" rió el joven para luego terminar su merienda. "-¿Entonces porque repites como un zombi esas palabras?" indagó la muchacha volviendo a su forma normal cruzando su mirada con la de Steven para evitar que este le mienta "-Ah eso es solo un juego" mintió cerrando sus ojos mientras que frotaba su risada cabellera esperando que el interrogatorio terminara. Los ojos del muchacho se abrieron luego de unos segundos de no obtener respuesta, encontrándose con la cara de Perla en lugar de la de Amatista que lo miraba con su rostro casi pegado al suyo, Steven estaba completamente nervioso y sonrojado debido a la proximidad. "-Jajaja, ¡Te gusta Perla! ¡Te gusta, te gusta!" exclamó la gema volviendo a su forma normal recostándose sobre el piso para echarse a reír. Steven había sido avergonzado ¿Le gustaba Perla? la pregunta comenzó a hacer eco en la cabeza del joven quien salió a tomar aire mientras que su amiga no podía contener la risa por lo que había descubierto. Garnet quien volvía de su habitación pudo notar la forma en la cual Amatista se divertía ”-No deberías jugar con eso Amatista” declaró con seriedad la mujer cruzándose de brazos, esa acción hizo que la muchacha dejara de reírse para luego sentarse en el suelo ”-Sabes lo difícil que es para ella, saber que no podrán estar juntos” Garnet regresó a su habitación, dejando a su compañera  sin palabras era probable que sus bromas se hayan excedido y que ahora dos de sus amigos tendrían que compartir aquel dolor.

Perla se encontraba en una duna de la playa, sentada con sus rodillas cubriendo su rostro. Lloraba, lloraba por aquel sentimiento que había despertado en ella. El amor maternal se había convertido en amor verdadero, pero ella era inmortal tarde o temprano aquel amor se acabaría ¿Valdría la pena?. Las lagrimas surcaban su rostro sin cesar mientras que la brisa acariciaba su cabello anaranjado pero a la vez el frío nocturno la hacia abrazarse cada vez mas contra sus piernas. "-¿Por que?" se preguntaba mientras lloraba sin consuelo. Steven quien había salido hace poco la reconoció, al principio no quería acercarse por sus evidentes nervios que habían despertado junto con sus emociones pero al ver que estaba llorando no dudó en correr hasta quedar frente a ella. "-¡¿Perla que sucede?!" preguntó alarmado Steven haciendo que su amiga apartara las piernas de su rostro para verlo, el rostro del muchacho disimulaba muy bien las lagrimas que querían salir al ver como sufría su amiga. "-Perla yo siempre estaré para ti" repitió Steven imitando el abrazo que su amiga le había dado esa mañana, el calor del cuerpo del muchacho relajó a Perla quien se recostó sobre el hombro de quien se había convertido en una parte de su corazón. "-Lo sé, pero no creo que de la forma en la que yo deseo" murmuró Perla siendo escuchada por Steven quien quedó petrificado ante aquella frase, la muchacha tardó unos segundos en reaccionar lo que había pensado en voz alta. "-¿Que forma?" preguntó Steven separándose levemente de su amiga, mirando fijamente sus claros ojos celestes. El chocar de las olas se apoderó de aquella escena nocturna, mientras que el brillo de la luna parecía resaltar la belleza de la muchacha. "-Esta forma" confesó antes de unir sus labios con los de su amigo, ese amigo que tantas veces había protegido y cuidado. Steven no podía creer lo que estaba sucediendo, estaba besando a su compañera de aventuras pero el momento era mágico. Ambos disfrutaron aquel beso dulce, repleto de emociones que solo ellos podían explicar, al momento de separarse se quedaron en silencio contemplando el rostro del otro. No hacían falta más palabras, solo un segundo de felicidad que ambos recordarían por el resto de sus vidas.